HĆ©roes de ayer y hoy
Los que actuaron son reconocidos por el mundo, y ante de Dios.
«Justos entre las naciones» nombraron a todos aquellos que salvaron vidas en el Holocausto Nazi..De las formas menos pensadas. Muchos de ellos tuvieron que negociar con el enemigo, tuvieron que elegir entre cuidar su imagen o actuar,salvarse a sĆ mismos o a la sociedad.
El mismo Cristo negociĆ³ nuestro perdĆ³n poniĆ©ndose a nuestro favor. Fue tratado como un delincuente por salvar a la humanidad.
Cuando hablas mal de las abuelas de plaza de Mayo, tildandolas de "mafia" o corrupciĆ³n, pregĆŗntate : ¿ A quiĆ©n salvaste vos? ¿cuĆ”ntas vidas te pueden hoy dar las gracias por estar vivas hoy?
¿Con quĆ© autoridad moral podes seƱalar a estas personas, que a pesar de vos, serĆ”n reconocidas ante el mundo , y ante Dios?
Las abuelas son los hƩroes nacionales de hoy.
¿Cuando tratas a "la Milagros" de corrompida por el poder, pregĆŗntate: ¿a cuantas personas cobijaste hoy? A cuĆ”ntas personas en situaciĆ³n de calle les diste la oportunidad de un hogar?
Cuando lo hagas, dejarĆ”s de tener tiempo para seƱalar , condenar, criticar, a aquellos que siendo vĆctimas te enseƱaron a juzgarlos.
Entonces te darƔs cuenta que a veces uno debe salvar vidas a costa de cualquier precio.
Uno decide la persona que quiere ser, y casi siempre, un rescate exige caminar en el fango, en algunos casos ensuciar las manos,y hasta en otros casos vender el alma.
Podes permanecer intachable y ejemplar sin dejar una sola huella ,y tambien podes hacer lo necesario, que no siempre es lo "correcto", para cambiar el rumbo del mundo.
Y si hablamos de corrupciĆ³n, todos en mayor o menor grado,
hemos sido corrompidos, por eso ha sido necesario Dios.
La sabidurĆa del hombre estĆ” en aceptarlo,Su necedad en seƱalarlo.
La humildad del hombre consiste en reconocerlo, su orgullo es negarlo.
Los que actĆŗan hoy serĆ”n reconocidos por el mundo, y delante de Dios.
VaneMorƔn.
Derechos Reservados 2016. ©
«Dios bendice a los que son pobres en espĆritu y se dan cuenta de la
necesidad que tienen de Ć©l, porque el reino del cielo les pertenece.
Dios bendice a los que lloran, porque serƔn consolados.
Dios bendice a los que son humildes, porque heredarƔn toda la tierra.
Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia, porque serƔn
saciados.
Dios bendice a los compasivos, porque serĆ”n tratados con compasiĆ³n.
Dios bendice a los que tienen corazĆ³n puro, porque ellos verĆ”n a Dios.
Dios bendice a los que procuran la paz, porque serƔn llamados hijos de
Dios.
Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto, porque el
reino del cielo les pertenece.» La Biblia.
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